Estudiante de Enología para impartir clases de cata, cultura del vino, sumillería y cualquier noción.

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• ¿Cuándo has comenzado a practicarlo? ¿Cómo lo has descubierto?

  Esta pregunta lleva cierto sesgo. No he descubierto nada; no creo que las personas tengamos ese talento. Uno toma decisiones de estudiar o dedicarse a esto o aquello, pero nunca sabemos qué es exactamente “esto” o “aquello” hasta que, un buen día, echamos vista atrás y decidimos, solo, si es lo nuestro o no. En mi caso, me he topado con mis vocaciones en varias fases de mi vida académica y les he ido poniendo más cariño del que se suponía estándar; de preguntar, leer y practicar a horas y deshoras, he terminado viéndome lo suficientemente en el meollo como para pensar “esto es lo mío” (de momento).

• ¿Qué artistas u obras te han marcado más profundamente?

  Ninguna figura en particular. Han ido inspirándome detalles sueltos en momentos muy concretos. Más que casos singulares que admirar, me fascina el mundo que cada persona, con su propio mundo detrás, va tejiendo sin querer. Eso de que el conjunto es más que la suma de las partes; algo así. Disfruto más pensando en un todo inabarcable (e inabarcado) que fijándome en el tema de cada loco, supongo que porque para loco, yo y para tema, el mío :)

• ¿Cuáles son las cualidades que consideras necesarias para poder tener éxito en este ámbito?

  No me gusta parecer pedante, pero esta pregunta tampoco está bien hilada. El éxito, para bien ser, debe ser una interpretación propia de cada cual. Hablar de llegar lejos depende de las distancias que se componga uno. La única cualidad que creo necesaria para poder tener éxito en cualquier ámbito, es el amor propio; no el ego para darme palmaditas, sino la lucidez para saber dónde está mi éxito, sin mentirme. No siempre tenemos un sistema que nos mide del 0 al 10 lo bien que nos ha salido el negocio. A la hora de verdad, por mucho que digan los de fuera, las cuentas tienen que salir con del espejo; es el único con criterio y autoridad para llamarnos triunfadores o fracasados.

• Danos un consejo que nos ayude a progresar y no perder las ganas de conseguir nuestro objetivo.

  Esta pregunta ya mola más. Sea cual sea el objetivo, creo que es importante gustarse por el camino. Me explico; un objetivo es un punto imaginario que normalmente nos proponemos cuando no tenemos ni idea de nada porque siquiera hemos echado a andar. No tiene sentido darle todo el peso del proyecto. El camino suele estar lleno de charcos, cuestas, merenderos, desvíos y guardias civiles. Y sobre todo, paisaje. Hay que estar abierto a esas nuevas vistas y a reinterpretar, siempre, lo que quisimos. Preguntarse todos los días si por aquí se va pallá. Y el porqué; siempre por qué.

• Ayúdanos a comprender más tu pasión. Dinos qué te aporta o qué despierta en ti. ¿Tienes alguna otra que quieras compartir con nosotros?

  Supongo que me hacen más interesante este pasatiempo que llamamos vida. Me inspiran, me obligan a crecer, a estar despierto; me entretienen, me inquietan. Me ayudan a interpretarme y a disfrutar, si se quiere, del camino este tan curioso que hacemos de la cuna al hoyo.

• ¿Estás orgulloso de los trabajos que has realizado hasta ahora?

  Orgullo, de nuevo, es palabra con sesgo. Si la pregunta es si creo que lo he hecho todo bien, la respuesta es no. Si la pregunta es si estoy a gusto mirando hacia atrás, la respuesta es sí. Quizá la docencia sea uno de mis campos más “orgullosos”; todo han sido, hasta ahora, buenas vibras. Siempre he sentido que aprovechaba el tiempo con alguien que lo aprovechaba conmigo y que disfrutaba con alguien que disfrutaba conmigo. No sabría pedirle más a un trabajo.

• ¿Alguna vez te ha impresionado la evolución que ha tenido un alumno o sus especiales capacidades?

  Casi todos casi siempre. Cada alumno me aporta una interpretación nueva de la que le doy; la utiliza para sí de una forma distinta y me descubre otros enfoques. Por otra parte, la gente suele tener más capacidades de las que se atribuye. Me impresiono con ellos cuando se descubren capaces de lo que se creían incapaces cuando me llamaron y, a menudo, la ayuda es muy relativa.

• ¡Ser un Superprof es todo un arte! ¿Cuál es tu secreto?

  Si tuviera un secreto, no lo contaría por que me lo preguntasen; por eso se llama secreto, jaja. No, en serio, no es un secreto; sospecho que me gusta compartir lo que me inquieta con gente inquieta. A parte, un poco de psicología, tomárselo en serio sin creérselo mucho, tarifa competitiva y disfrutar, siempre.