Clases de LENGUAJE MUSICAL, TEORÍA y SOLFEO, así como de ARMONÍA, impartidas por Violonchelista Profesional. NIVELES: Iniciación hasta Grado Profesional. Also available in English.

Conoce más acerca de Adrián

• ¿Desde cuándo tienes esta pasión por la música y más concretamente por tu instrumento preferido?

  Comencé mis estudios de conservatorio a los 8 años, tras superar la prueba de acceso. A pesar de que uno «sólo» conoce el piano, el violín y la guitarra (y ya es mucho decir), yo elegí el VIOLONCHELO.
  
  Sinceramente, la pasión por mi instrumento viene desde mi primera clase de individual en el conservatorio. Doy las gracias por haber tenido unas MAGNÍFICAS profesoras de violonchelo a lo largo de los primeros 10 años de aprendizaje (Enseñanzas Básicas y Profesionales). Además, les debo a ellas, en gran parte, la soltura que considero que tengo dando clases y, sobre todo, el AMOR a la docencia.

• ¿Qué canción podrías escuchar en bucle siempre con el mismo entusiasmo (sin volverte tarumba)?

  Una de las canciones que puedo escuchar en bucle, sin perder el entusiasmo y emoción que me genera, es «You Are The Reason» de Calum Scott.
  
  En cuanto a música instrumental elijo, con los ojos cerrados, el Concierto para violonchelo y orquesta en Si menor Op. 104 de A. Dvořák, así como el Danzón n.º 2 de A. Márquez.

• Cuéntanos la clase más difícil que has tenido o la más sorprendente.

  Esta anécdota tiene ya varios años: Era la primera clase que tuve con un determinado alumno. Me desplacé hacia su casa y, cuando los padres abrieron la puerta, me dio la sensación de que se mostraban algo incrédulos de que un "joven" ya tuviese las facultades y experiencia para impartir clases particulares de nivel.
  
  La clase tuvo lugar en el salón de la casa. Mientras ayudaba al alumno a sacar el violonchelo de la funda y poner las partituras en el atril, noté que uno de los padres se había sentado en uno de los sillones del salón.
  
  Yo no le presté mucha atención, ya que yo había ido a dar la clase con el alumno, a ayudarle a progresar. Vimos y trabajamos muchos aspectos que debían tenerse en cuenta a la hora de tocar el repertorio.
  
  Ya al finalizar la clase, se me acercó el pariente y me dijo: «Adrián, me da un poco de apuro lo que te voy a contar: cuando vi que el profesor era un muchacho tan joven, pensé que lo que tenías era cuento, pero me ha encantado la clase que has dado. Aunque no tengo mucha idea de música, he visto cómo reaccionaba mi hijo a tus consejos y hasta yo he podido apreciar el cambio. Queremos que sigas dándole clases».
  
  A pesar de haber comenzado la clase como algo «difícil», creo que trata de una experiencia maravillosa: pasar de mostrarse incrédulo (es normal, al fin y al cabo, era quien iba a costear las clases particulares de su hijo) a decirme que querían seguir contando conmigo, que continuase siendo el profesor de su hijo.

• Según tu opinión, ¿cuál es el instrumento más difícil de tocar? ¿Por qué?

  Pienso que todos los instrumentos tienen su dificultad. En mi caso, como violonchelista profesional (cuerda frotada), conozco de primera mano que existen repertorios en los que uno debe hacer virguerías.
  
  También estudié piano, por lo que soy consciente de la complejidad de estar tocando distintas notas con ambas manos.
  
  En cuanto a los instrumentos de viento, me fascina la capacidad (y control) pulmonar para tocar frases extensas «sin marearse tras tanto soplar». Tengo apuntado, en mi lista de cosas por hacer, aprender a tocar un instrumento de viento.
  
  Finalmente, y no por ello menos importante, están los instrumentos de percusión. Lo que más me fascina de estos músicos es la capacidad que han demostrado tener a la hora de tocar distintos patrones rítmicos. Hay gente que no le da la merecida importancia a este tipo de instrumentos. Como violonchelista miembro de orquestas, soy consciente del importante papel/rol que cumplen.

• Según tú, ¿cuáles son las claves del éxito? (descartando la de sol y la de fa)

  He escuchado (y sigo escuchando) a lo largo de mi trayectoria profesional que uno TIENE QUE estudiar durante muchas horas (demasiadas) si aspira a conseguir resultados.
  
  Entiendo ese punto de vista, pero no lo comparto al 100%. Es cierto que, si no practicas, es muy difícil que adquieras la destreza necesaria a la hora de tocar un repertorio, pero prefiero abordarlo desde otro enfoque: en lugar de estar muchísimas horas tocando lo mismo, como un «disco rayado»… ¿por qué no dedicamos, aunque sea menos tiempo, a estudiar de forma inteligente? Con ello, quiero decir que considero crucial el centrarnos en qué podemos hacer para mejorar nuestro estudio. Abordarlo desde una perspectiva más CONSCIENTE.

• Cita 3 músicos con los que te morirías por hacer un dueto en un bar a las 2 de la mañana y porqué.

  Uff… se me hace difícil elegir sólo a 3, pero hago el intento:
  
  Stjepan Hauser, David Barona y Pablo Ferrández.
  
  Casualmente, los 3 son violonchelistas. Estoy seguro de que aprendería mucho ensayando y tocando con ellos.
  
  Además, si realmente tuviese la oportunidad de tocar con ellos, ¡no sólo me plantaba en el bar a las 2 de la mañana, sino que a las 4 y a las 6 de la mañana seguiría estando con energía para más!
  
  Y, si tuviese que elegir a cantantes: Pablo Alborán, Rozalén y Vanesa Martín.
  
  Las artes son canales de expresión: a la palabra que transmiten los cantautores, los músicos la complementamos agregando la armonía.
  
  ¡Se me ponen los pelos "de punta" con sólo imaginarlo!

• Cuéntanos una anécdota relacionada con tu trabajo como profe o que tengas de la época como alumn@.

  Recuerdo cuando la madre de un alumno se puso, por primera vez en contacto conmigo: ella venía recomendada por otra madre (a cuya hija le daba clases). Me comentó que quería que su hijo se adentrase en el mundo de la música. Le di clases de iniciación a su hijo (en este caso, centradas en el Lenguaje musical).
  
  Realmente, fue una maravillosa experiencia trabajar con él (ya que era un niño muy atento y responsable). Por si fuera poco, la experiencia se hizo aún más positiva cuando me dieron la noticia: había hecho la prueba de acceso al conservatorio y había aprobado con muy buena nota (por lo que podría elegir el instrumento que quisiese).
  
  Estoy muy agradecido por gente como este alumno y su madre, quienes confiaron en mí para ser el profesor nº1, quien asienta los cimientos.

• ¿Cuál es tu táctica para que tus alumn@s te consideren todo un Superprof?

  Considero que no tengo una «táctica» como tal.
  
  Lo que sí tengo claro es que, dando clases, hago lo que me APASIONA. Cuando estoy con un alumno, procuro dedicarle mi 100% (o incluso más), con el fin de resolver todas sus dudas, así como aspectos que considero necesarios abordar para continuar progresando.
  
  Y creo que, tanto ellos como los familiares y profesores, lo perciben.